2do de secundaria tema 6 LA IGLESIA SE RENUEVA

LA IGLESIA SE RENUEVA

(Prof. Jesús Chávez S.)

Hola muchachos y muchachas, la última clase que tuvimos terminamos de revisar el perfil del grupo que Jesús había fundado y concluimos con alguna buena idea en la mente y el corazón respecto a cómo debes vivir de ahora en adelante, pues nosotros somos ese grupo que Jesús fundó.

Hoy quiero hablarte de un esa mismo grupo que ha necesitado adaptarse a los nuevos tiempos. Cambios que le han hecho sufrir incomprensiones pero que también han producido frutos pues muchos han llegado a vivir como verdaderos hijos de Dios y hermanos de los hombres.

Hacia mediados de 1950 muchos jóvenes católicos que pertenecían a grupos juveniles animados por la modernidad que les venía encima trataron de hacer llegar el mensaje de Jesucristo a todos los demás usamos formas más sencillas y prácticas como la música y los juegos. Esto lo hicieron pues  la Iglesia desde la época medieval se había vuelto muy rígida, muy formal todo era muy ritual y poco práctico e incluso las obras de caridad de las que hablamos la clase pasada se hacían por cumplir con el prójimo pero muy pocas veces se dejaba ver que esas obras se hacían de corazón, como lo hicieron San Felipe Neri, San Juan Bosco, en sus respectivas épocas y países.

La humanidad  luego de la segunda guerra mundial necesitaba una Iglesia más cercana, necesitaba no solo ser una humanidad amada sino una humanidad que se diera cuenta que se le amaba. El progreso de aquellos años estaba sacando del corazón de los católicos la piedad y la oración e instalaba en ellos deseos más superficiales como la moda, las diversiones etc. Esto hizo que muchos reaccionaran en contra de aquella Iglesia rígida y ritualista y se alejaran de ella y de Cristo.

Pero Dios nunca ha dejado sólo a su pueblo, (a su Iglesia). Siempre suscitó a personas ejemplares para que alumbraran con su propia vida a los demás como lo hacen las lámparas que son puestas en lo alto de una sala.

Así pues en 1958 fue elegido como Papa un hombre pequeño, humilde y sencillo. Su nombre era Juan XXIII.  Este Papa nos ayudó a entender que nosotros “la Iglesia” debíamos adaptar nuestra vida de cristianos (fe y caridad) a las necesidades y problemas del mundo moderno para seguir siendo luz del mundo como lo pidió Jesucristo.

Para llevar adelante este proyecto el Papa convocó a una reunión a todos los obispos del mundo esta reunión de llamó CONCILIO VATICANO II  (1963 – 1965)(un Concilio es la más alta autoridad de la Iglesia pues en él  participan todos los obispos del mundo junto al Papa y juntos toman decisiones muy pensadas en bien del pueblo de Dios)

Se cuenta que un día le preguntaron al Papa Juan XXIII por qué convocó un nuevo Concilio si todas las comunicaciones se podían solucionar por teléfono o carta.  El Papa se acercó a una ventana del lugar donde se encontraba, la abrió y dijo: “Esto es lo que quiero, que entre aire nuevo en la Iglesia” y eso lo lograría reunión a los obispos en continuas conversaciones y debates para lograr cambiar la forma rígida de la Iglesia y hacerla más cercana y amistosa a los hombres.

Así pues hubo una serie de reformas que ayudaron a acercar el evangelio a todos los pueblos. Por ejemplo las misas ya no se seguirían haciendo en idioma latín, sino en el idioma de cada pueblo y todos podrían entenderlas y participar. Los sacerdotes y las religiosas no estaban obligados a usar sotanas y hábitos y eso les permitió acercarse con mayor comodidad a los jóvenes y llevar adelantes actividades pastorales como los oratorios,  campamentos y retiros. Los cambios propuestos por el concilio provocaron grandes luchas ideológicas entre los católicos tradicionalistas y los progresistas, pero aún así los cambios lograron que poco a poco muchos vieran a la Iglesia como lo que Cristo quería una comunidad de creyentes que tenían profunda fe y caridad.

Entre los documentos emitidos por el concilio tenemos uno que nos llama profundamente la atención porque en él se habla de nosotros. LUMEN GENTIUM  o luz de las gentes, es el documento conciliar en el que la Iglesia se interroga sobre, si está cumpliendo o no su misión entre los hombres. Ahí se recalca la importancia de la Iglesia como un pueblo cuya cabeza es Cristo a quien todos deben mirar e imitar. En este documento se hace mucho énfasis en la importancia de los 7 sacramentos, que son los medios con los cuales los creyentes nos unimos más estrechamente a Cristo. Sacramentos de los que debemos participar pues en ellos, especialmente en la Eucaristía recibimos a Dios no solo espiritualmente sino físicamente y nos alimentamos de él.

Tú y yo somos parte de la Iglesia y tenemos como desafío enfrentarnos a una sociedad que poco a poco nos va quitando el aprecio por la piedad, la devoción, el respeto profundo por Dios y por el prójimo y por la Iglesia. Tú y yo hemos crecido beneficiándonos de los frutos producidos por el Concilio Vaticano II  y en ese Concilio se nos pidió a todos los católicos que fuésemos creativos y lleváramos el evangelio de Cristo a los que no lo conocen o lo conocen mal. Tú y yo debemos aceptar el desafío de extender el mensaje de Jesús. Yo lo hago cada día como profesor de religión esforzándome en mi trabajo y dándote a conocer lo mejor posible la vida de Jesús y la identidad e historia de la Iglesia a la cual perteneces.  Lo hago dando clases, escribiendo artículos en internet, preparando periódicos murales, organizando oratorios, predicando retiros o dando charlas en parroquias, y especialmente preparando a final de cada bimestre momentos de intensa oración a partir de la Lectura de la Biblia. Pero tú ¿Qué haces para extender el mensaje de Jesús? ¿Estás cumpliendo las propuestas que el Concilio te dejó? Piénsalo y busca formas hacerlo, pues la clase que sigue te pedirá que hagas todo lo posible para darlo a conocer.

Ahora luego de haber leído este texto elabora en tu cuaderno 10 preguntas con sus respectivas respuestas anticipándote al paso por filas.

Nos vemos en la colegio sean buenos y cuídense